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22 de Enero 2006

Agua y Fuego

Agua y Fuego
¿Día y Noche? ¿Vida y Muerte?
¿Sustituye uno al otro y vicecersa?
No. Yo al menos no lo creo. El día y la noche crean el crepúsculo. Algo tan hermoso y único, que no se puede comparar con ninguna de las "7 Maravillas del Mundo". La vida y la muerte juntas nos otorgan el privilegio de respirar por última y primera vez. De esta forma se experimenta algo fabuloso y a veces dificil de explicar: El placer de existir o no-existir. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando se unen el Agua y el Fuego?...

Según un documental, cuando la lava de un volcán (Fuego) alcanza las aguas del mar, océano o semejante (Agua) que tuviera cerca podían ocurrir dos cosas:
1. La gran cantidad de agua neutraliza el ardiente flujo y la lava queda petrificada.

Lavasea_M.jpg

2. La gran cantidad de lava se adentra en el mar haciendo crecer la superficie de "tierra sólida" cuando el agua para su flujo.

pahoetoe_insea_s.jpg

Sin embargo, a veces, la lava cae al fondo del agua y es recubierta por sí misma en unión con el agua creándose a su alrededor una capa dura de roca volcánica.
Así pueden permanecer durante tiempo indefinido....
el agua y el fuego....

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JUNTOS.

21 de Enero 2006

El Cuento... de la princesa y el enano

Te voy a contar un cuento... como a los niños!

LA PRINCESA Y EL ENANO


Había una vez una princesa que vivía en un palacio muy grande.

El día en que cumplía trece años hubo una gran fiesta, con trapecistas, magos, payasos..... Pero la princesa se aburría. Entonces, apareció un enano, un enano muy feo que daba brincos y hacía piruetas en el aire. El enano fue todo un acontecimiento.
Bravo, Bravo, decía la princesa aplaudiendo y sin dejar de reír, y el enano, contagiado de su alegría, saltaba y saltaba, hasta que cayó al suelo rendido. "Sigue saltando, por favor" dijo la princesa. Pero el enano ya no podía más. La princesa se puso triste y se retiró a sus aposentos.....
Al rato, el enano, orgulloso de haber agradado a la princesa, decidió ir a buscarla, convencido de que ella se iría a vivir con él al bosque. "Ella no es feliz aquí" pensaba el enano. "Yo la cuidaré y la haré reír siempre". El enano recorrió el palacio, buscando la habitación de la princesa, pero al llegar a uno de los salones vio algo horrible. Ante él había un monstruo que lo miraba con ojos torcidos y sanguinolentos, con unas manos peludas y unos pies enormes. El enano quiso morirse cuando se dio cuenta de que aquel monstruo era él mismo, reflejado en un espejo. En ese momento entró la princesa con su séquito.
"Ah estas aquí, qué bien, baila otra vez para mí, por favor". Pero el enano estaba tirado en el suelo y no se movía. El médico de la corte se acercó a él y le tomó el pulso. "Ya no bailará más para vos, princesa" le dijo. "¿Por qué?" preguntó la princesa. "Porque se le ha roto el corazón". Y la princesa contestó: "De ahora en adelante, que todos los que vengan a palacio no tengan corazon"

Esta historia se la cuenta Chema a Angela en los sótanos de la facultad de Comunicación Audiovisual de la Complutense en "Tesis", la película de Amenábar.

13 de Enero 2006

Un momento en el tiempo

Presión. Tensión. Nervios. ¿Qué podría hacer?
Estaba nervioso, porque la chica que le gustaba se le había acercado durante la cena. Ahora podía oler su perfume, aunque no sabía muy bien si ese olor tan relajante provenía de algún perfume o de ella. Jugando a hacerse cosquillas se divirtieron mucho y a él le gustaba verla sonreír. Sin darse cuenta, ¿o quizás sí? él también mantenía una cálida sonrisa en la cara que predeciría sus sentimientos. Aquel día el joven no podía apartar los ojos de la joven, que estaba más radiante que nunca, sin preguntarse si ella le habría mirado así alguna vez. Cuando quiso darse cuenta ella estaba sentada sobre sus piernas mientras le rodeaba con sus frágiles brazos. El joven le abrazó para que, bajo ningún concepto, ella cayera. Desde ese momento, hasta que de la memoria se le borrara, recordaría que ese olor se asimilaba al del agua de las rosas. Estando tan cerca, notando el calor de ella en su propio cuerpo y pudiendo jugar con sus cabellos dorados entre los dedos, el joven empezó a sentir una molestia en el estómago. Era una sensación que ya casi había olvidado.
Cerró los ojos y sintió. Y sintió mariposas.
De repente, las lámparas del restaurante, el niño que intentaba sin éxito morderse el pie en su carrito, el perrillo que miraba a través del cristal hacia los hambrientos clientes o la gota de sudor que le bajaba por la espalda deja de tener importancia.
Ya nada tiene sentido. Los párpados caen y el corazón se acelera. La mente, un espacio infinito, implosiona dejando tras de sí un aroma, unos colores y un escalofrío que sólo existen en la cabeza del joven. El tiempo, ¿se paró? ¿Qué pasó con el tiempo? ¿Cuánto duró aquel momento? ¿A quién le importa?
Tras aquel momento en el tiempo el joven ve los labios de la joven separándose de los suyos. Ella sonríe y él, libre de todo mal, sonríe.
De aquí en adelante, un pedazo de su corazón no volvería a pertenecerle nunca más.